Caer en nuestra zona de confort es sinónimo de estancamiento. Y es que biológicamente estamos hechos para ahorrar recursos, pero al momento de querer “evolucionar”, sobresalir, tenemos que hacer cosas que no necesariamente son las más cómodas.
Levantarse temprano, hacer ejercicio, ponernos a estudiar en vez de simplemente recostarnos en nuestras camas a ver la televisión significa un cambio de zona. Pero el hecho de querer progresar en la vida conlleva un sacrificio per se.
Sin embargo aquí hay un secreto, y es que también somos seres de hábitos, y con voluntad, cualquiera de nosotros podemos implantarnos estos hábitos.
Quizá uno de los primeros hábitos que debemos buscar es “sentirnos cómodos con lo incómodo“, para así poder expandir nuestra zona de confort. Todos los días debemos buscar hacer cosas que nos incomodan, pero que son buenas para nosotros. En lo personal, me ha funcionado el bañarme con agua fría. Como practicante de yoga, es algo que nos recomiendan siempre y que tiene muchos beneficios, tanto físicos como mentales. Pero muchos de ustedes sabrán a lo que me refiero, cuando las primeras veces sentía la necesidad de tomar un baño calientito, sobre todo en invierno. El simple hecho de abrir la regadera me hacía sentir un escalofrío antes de que cayera el agua.
Sin embargo, tiempo después se volvió un hábito. Me gusta bañarme con agua fría, me da energía, y como dicen por ahí, “el agua fría forja el carácter”.
Quizá en estos momentos te preguntes, ¿y qué tiene que ver bañarme con agua fría con emprender mi negocio? ¿con ganar mas dinero? Pues mucho.
Nuestros límites están establecidos en nuestra mente, y cuando te empiezas a sentir cómodo con lo incómodo, vas rompiendo barreras.
Por supuesto el baño con agua fría es sólo un ejemplo. Debes buscar algo que te haga sentir incómodo y hacerlo. Todos los días haz algo que te haga sentir incómodo, y pronto tus límites mentales, que son los límites reales, se irán rompiendo.